Aplanar la Curva del Clima

8.abril.2020. El Observatorio de la Sostenibilidad ha presentado virtualmente el informe APLANAR LA CURVA DEL CLIMA donde se intenta responder a varias preguntas clave que están surgiendo estos días en relación a la tragedia del COVID19 y su repercusión en el cambio climático:  ¿Contribuirá la crisis del COVID19 a aplanar la curva del clima? O ¿Tendrá la crisis sanitaria del COVID19 efectos positivos duraderos sobre la temperatura del planeta?.

Para ello se analizan varias variables que recogen tendencias planetarias calves para responder estas preguntas tales como la concentración de CO2 de la atmósfera, la evolución de las temperaturas y la serie temporal del conjunto de las emisiones de gases de efectos invernadero debidas al hombre.

En concreto se han analizado las siguientes series temporales:

  • la curva de Keeling con datos desde 1958 hasta marzo de 2020 (datos recogidos el 6 de abril) que mide las concentraciones de CO2 en ppm en la atmósfera,
  • las tendencias en temperatura entre 1880 y 2019,
  • las emisiones de gases de efecto invernadero debidas al hombre en usos de combustibles fósiles, producción de cemento e industria recogidas por Carbon Budget Project desde 1959.

Por otra parte se han analizado las diferentes efectos en la disminución de emisiones que han tenido las 4 grandes crisis mundiales en las últimas décadas, a saber, crisis del petróleo, crisis de la deuda latinoamericana, caída dela URSS, crisis financiera de Lehman Brotheres para intentar prever que puede pasar con la producida por el COVID19.

Todavía no hay datos de los efectos finales en emisiones de gases de efecto invernadero que tendrá esta crisis, ya que aún debe de extenderse por EEUU, por Latinoamérica, el resto de Europa y no está claro que no vuelva a haber nuevos focos en la propia China. Por supuesto dependerá de las semanas o meses que este parada la industria, el transporte y la economía pero también del tipo de recuperación que se produzca una vez pasados los efectos más graves de la pandemia.

Los datos hasta finales de marzo de la curva de Keeling señalan que la media para este último mes (datos publicados 6 de abril) han sido de 414,5 en ppm de la concentración de CO2, la tendencia ha aumentado desde marzo de 1958 donde la concentración era de 315,7 ppm. Las temperaturas medias mundiales han subido del entorno de 1,1 grado respecto al periodo preindustrial, y diecinueve de los 20 años más cálidos han ocurrido desde 2001, con la excepción de 1998. Por su parte las emisiones de gases de efecto invernadero debidas al hombre por consumo de combustibles fósiles, industria y producción de cemento han pasado desde casi 10,9 millones de toneladas métricas estimadas en 1757 a un total de casi 40 gigatoneladas (Gt) en 2019 estimadas por Carbon Budget Project que demuestran una tendencia continua de aumento en el tiempo. Por su parte, el análisis de las diferentes crisis económicas, señala que en el caso de la crisis del petróleo, hubo un descenso en el año 1974 y 1975 de 1Gt pero en 1976 ya se emitía más que en 1973, en la crisis de deuda latinoamericana, el descenso fue de 0,6 Gt en 1980 pero en 1983 ya volvió a superar las emisiones de 1979, en la caída de la URSS se produjo una bajada de 0,7Gt en 1992 pero volvió a subir en 1995 respecto a 1991, finalmente en la reciente crisis financiera de Lehman Brothers, se produjo una bajada de 0,5 Gt en 2009 pero en 2010 ya habían subido otra vez las emisiones respecto a 2008.

Del análisis de esta información y del análisis de anteriores crisis económicas y sus efectos en el clima se puede concluir, (a inicios de abril momento en el que existen todavía muchas incertidumbres) que todavía no hay efectos evidentes en las concentraciones de CO2 en la atmósfera y que las anteriores crisis económicas no han tenido efectos significativos en el cambio de a la tendencia de las emisiones. Una crisis puntual, aunque tenga las dramáticas consecuencias económicas de la actual del COVID19 no es previsible que tenga efectos significativos sobre el clima.

Para que estos efectos se manifiesten, y que para que tengan efectos duraderos y no puntuales como en anteriores crisis es necesario según el investigador R. Keeling de la Universidad de San Diego, “el uso global de combustibles fósiles tendría que disminuir en un 10% durante un año completo para impactar claramente las concentraciones de CO2 en la atmósfera” y, entonces ya se observará un descenso en la concentración de CO2 en la atmósfera que previsiblemente tendrá como consecuencia la ansiada disminución de temperatura en la atmósfera y la posibilidad de cumplir con el objetivo de 1,5 grados de temperatura compatible con los ecosistemas tal y como los conocemos. Por otra parte, Pieter Tans de la NOAA. ESRL. ha manifestado al Observatorio de Sostenibilidad el 30 de marzo de 2020 que “Estamos siguiendo muy de cerca si podemos ver la disminución de las emisiones en los registros atmosféricos de CO2. Hasta ahora, al menos, la reducción de las emisiones no se destaca de la variabilidad natural causada por la biosfera terrestre”. Fernando Prieto del OS ha señalado “para doblar la curva del clima son necesarias reducciones de emisiones continuadas en el tiempo con una estructura económica descarbonizada que genere y mantenga empleo y no por una crisis sanitaria”. Como recomendación final, el informe del OS señala que es necesario un cambio estructural de las políticas económicas para conseguir una DESCARBONIZACIÓN de la economía real y que existe una OPORTUNIDAD HISTÓRICA para que cuando se produzca la recuperación económica, esta vez se oriente hacia una economía verde y energías renovables  en vez de hacia una economía basada en los combustibles fósiles y contaminantes.

APLANAR LA CURVA DEL CLIMA

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