CALIDAD DEL AIRE DURANTE EL CONFINAMIENTO COVID-19

Calidad del aire

Madrid, 11 de mayo de 2020.- La COVID-19 ha producido un desplome en la economía española y reducido el uso de combustibles fósiles en parte de la industria y en el transporte, que emiten, entre otros contaminantes, NOx, partículas, SO2, que repercuten en la química del ozono troposférico y que afectan a la calidad del aire.

La COVID-19 ha brindado a los expertos del Observatorio Sostenibilidad (OS) y de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) un “experimento de campo” único para evaluar en unas condiciones excepcionales la calidad del aire en las grandes ciudades españolas. La escala y la magnitud de la casi total paralización de una economía del tamaño de la española no tienen precedentes, por lo que el “experimento” cobra aún mayor relevancia científica si cabe.

Los resultados de este experimento servirán para hacer una proyección de lo que sucedería bajo escenarios extremos de políticas de control de la calidad del aire muy estrictas en relación con la supresión del tráfico, pero también para verificar la fracción de óxidos de nitrógeno (NOx) atribuible a la producción de energía, industria, gestión de residuos, etc., que no son atribuibles al tráfico rodado.

Asimismo, ha sido una oportunidad para poder estudiar en detalle el impacto de las medidas del confinamiento sobre la contaminación de nuestras ciudades. Esta información, difícilmente accesible bajo otras circunstancias, permitirá delimitar con mayor precisión recomendaciones para rediseñar políticas públicas que ayuden a disminuir la contaminación en las ciudades y, como consecuencia, proteger la salud de los ciudadanos.

Se han analizado tres tipos de fuentes de información en el estudio ([1]):

  • Datos de los Índices de Calidad del Aire (ICA) relativos a las mayores cinco ciudades del país con datos disponibles (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao).
  • Datos recopilados por la Agencia Europea de Medio Ambiente relativos a 74 ciudades que ilustran sobre la exposición a la contaminación de 18,6 millones de personas, que corresponden a casi el 40% de la población del país ([i]).
  • Datos de toda la población española sometida a diferentes niveles de contaminación estimados por los modelos CALIOPE del ‘Barcelona SuperComputing Center’.

Las principales conclusiones del análisis se describen a continuación.

  • Las cinco grandes ciudades nunca han tenido un aire tan limpio desde que existen datos comparables, habiendo mejorado su calidad del aire más de un 50% en dióxido de nitrógeno (NO2) en el periodo del estudio respecto a los tres años anteriores (2017-2019) en las mismas fechas.
  • Los días con aire sin apenas contaminación por NO2 (ICA NO2<10) directamente no existían en Madrid y Barcelona antes de la alerta sanitaria; en el resto, su porcentaje ha aumentado un 370% durante el confinamiento.
  • 18,6 millones de habitantes han mejorado su calidad del aire respirando un 50% menos de NO2[2] especialmente en las ciudades más grandes.
  • Las ciudades con mayores descensos absolutos de NO2 durante el confinamiento son la mayor parte de las capitales más grandes y las ciudades pertenecientes a los cinturones metropolitanos de Madrid y Barcelona
  • El conjunto de las 11 ciudades más pobladas de España exhibe un descenso durante el confinamiento de -16 µg/m3 de NO2 respecto al nivel medio de referencia de 2016-2019, mayor que el del conjunto de las 10 menos pobladas, que es de -9 µg/m3
  • Mejora significativa de la calidad del aire en 7 millones de personas
  • Desplome histórico en el consumo de combustibles para el transporte

Las principales recomendaciones son que la nueva normalidad #postcovid19 debe implicar una buena calidad del aire para todos:

  1.  Cualquier medida que implique una disminución de emisiones a largo plazo es positiva y repercutirá en una mejora de la calidad del aire y directamente en la salud de las personas.
  • Respecto al contaminante NO2, se observa que la disminución del tráfico en una escala sin precedentes de paralización de la movilidad en transporte privado y público en las últimas semanas está relacionada con la disminución media del -50% respecto a su concentración histórica en áreas urbanas. Es evidente la necesidad de establecer en las áreas urbanas medidas que reduzcan cuanto antes la incidencia del tráfico privado y público basado en combustibles fósiles, generadores de NO2 e involucrados en la dinámica del ozono troposférico. Desde zonas peatonales, uso de bicicleta, motos y coches eléctricos, transporte público no contaminante, más baratos y de mayor frecuencia, flotas de bajas emisiones, medidas desincentivadoras del coche privado, etc., etc.
  • Este inimaginable experimento ecológico, también revela que existe un remanente de NO2 (algo menor del 50%) que debe ser monitoreado, vigilado e identificado para realmente mejorar la calidad del aire de las ciudades. Procede de fuentes diversas que se suman a las emisiones del tráfico rodado residual, producido por generación de energía, grandes industrias, polígonos industriales, gestión de residuos, calefacciones domésticas, masas de aire procedentes de otras regiones, etc.
  • Las recomendaciones respecto a las partículas son menos obvias ya que, con los datos empleados, no se observan patrones claros de mejora durante el periodo de confinamiento.
  • Es necesario evaluar desde la óptica de políticas públicas cuales son las mejores acciones para disminuir estos niveles de NO2 y de partículas que tengan un menor impacto en la población.
  • La calidad del aire en las ciudades que respiramos día a día y que afecta gravemente a nuestra salud es un reto sanitario que hay que enfrentar sin más dilación. La sociedad española ha sido capaz de reaccionar de una forma admirable ante el reto sanitario puntual provocado por el COVID19. Ahora resta saber si, después de esta situación de crisis sanitaria urgente, seremos capaces de concienciarnos de los efectos en nuestra salud de la calidad del aire y de lo importante que sería retomar nuestras vidas afrontando también la otra crisis ambiental que nos acucia, el cambio climático.

[1]Este informe preliminar deberá ser mejorado y completado a medida que aparezcan más datos derivados de la evolución de la pandemia y de las medidas establecidas para detenerla y completado con un estudio en detalle de la meteorología y un mejor tratamiento en los datos de los eventos de intrusiones de polvo sahariano, sulfatos europeos y de combustión de biomasa entre otros aspectos, incluyendo, además, una serie temporal más larga, con más datos de las siguientes semanas de confinamiento y una diferenciación, cuando sea posible, por el tipo de estación.

[2]durante el periodo de confinamiento comparándolo con sus niveles promedio en el mismo periodo del año durante los años anteriores 2016-2019.


[i]El periodo de estudio abarca desde 2016 a 2020 (para un número variable de ciudades (74 para el NO2, 25 para las PM25 y 50 para las PM10). No hay datos para el O3 de esta fuente.[i]

LA CALIDAD DEL AIRE DE LAS CIUDADES DURANTE EL CONFINAMIENTO COVID-19 RESUMEN EJECUTIVO

LA CALIDAD DEL AIRE DE LAS CIUDADES DURANTE EL CONFINAMIENTO COVID-19 INFORME COMPLETO

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